Los sistemas fotovoltaicos convierten la luz en corriente continua (CC) aprovechando el efecto fotoeléctrico. La energía solar fotovoltaica se ha convertido en una industria multimillonaria de rápido crecimiento, sigue mejorando su rentabilidad y tiene el mayor potencial de todas las tecnologías renovables junto con la ESTC. Los sistemas de energía solar concentrada (CSP) utilizan lentes o espejos y sistemas de seguimiento para concentrar una gran superficie de luz solar en un pequeño haz. La fotovoltaica utiliza células solares ensambladas en paneles solares para convertir la luz solar en electricidad. Los sistemas fotovoltaicos van desde las pequeñas instalaciones integradas en tejados o edificios residenciales y comerciales hasta las grandes centrales fotovoltaicas. La tecnología fotovoltaica predominante es el silicio cristalino, mientras que la tecnología de células solares de capa fina representa alrededor del 10% del despliegue fotovoltaico mundial. En los últimos años, la tecnología fotovoltaica ha mejorado su eficiencia en la generación de electricidad, ha reducido el coste por vatio de la instalación y el tiempo de recuperación de la energía, y ha alcanzado la paridad de red en al menos 30 mercados diferentes en 2014. Los sistemas fotovoltaicos integrados en los edificios o "in situ" utilizan el terreno y las estructuras existentes y generan energía cerca de donde se consume.
